jueves, 30 de octubre de 2008

GuStavo aimaR


Cuando era chico me intrigaba cómo una flor se podía transformar en una fruta o un gusano horrible en una mariposa increíble. Más bien me llamaban mucho la atención eventos de la naturaleza, y todo lo que tenga que ver con el Universo y sus proporciones de tiempo y espacio inimaginables para una pobrecita mente humana.



Soy un gran amante de los "libros bellos", sobre todo los libros de arte. El libro como objeto en sí logra hechizarme, con sus tapas, su olor, su papel, sus colores, su magia. Todo esto lo encontré en esos libros maravillosamente ilustrados. Me pregunté una y mil veces cómo es que me estaba perdiendo eso. Encontré un nuevo sentido y dirección a todo lo que venía haciendo.



Dibujo desde siempre, eso lo tengo muy claro, pero nunca tuve claro el camino que seguiría, supongo que nadie lo sabe. Una cosa me llevó a la otra sin pensar ni forzar nada, ni querer ser mejor ni dibujar mejor que el año anterior, etc. etc.



El ámbito de la búsqueda es fundamental, pero es una búsqueda extraña porque yo no sé bien lo que busco hasta que aparece algo que me gusta, imprevisto, y luego continúas. Parece contradictorio, pero la vida misma es contradictoria no? Porqué el arte no debería serlo?


Quieres dedicar tu vida a dibujar o pintar? Ponte a trabajar... ese es mi consejo. Igualmente deduzco que es un camino que no tiene final, nunca se termina de aprender, nunca es domingo...
...todo lo que escucho o leo lo transformo en imágenes, en lugares, en objetos, con miles de detalles, colores.



Quiero seguir aprendiendo y descubrir cosas nuevas. Simplemente me hace feliz. También disfruto enormemente ver el buen trabajo de otros artistas.


Estar atento me contagia y me dan más ganas de trabajar y seguir transitando este camino hasta donde se pueda. No imagino mi vida sin todo eso. No entiendo cómo otras personas pueden ir por la vida así, porque sí! Sin dibujar !!!!!!!

Palabras de Gustavo encontradas en una entrevista que le hizo Juan Ignacio Barabani y que podéis leer completa en "nadando papeles"

Podéis ver sus trabajos en Gustavo Aimar. Ilustración, y además un curioso espacio donde podemos ver cómo trabaja. Su mesa de trabajo.

miércoles, 29 de octubre de 2008

BeatRiZ tetamanZi

Ciudad de los Arrayanes


... en un lugar perdido de la Patagonia Argentina y cerca de un hermoso lago llamado Nahuel Huapi, existe una pequeñisima ciudad dentro de uno antiguo bosque de arrayanes....



Ciudad del Arco Iris


...cada día nos ilumina un hermoso Arco Iris... que nos trae sorpresas a su llegada: una lluvia de estrellas, mariposas , flores cada mañana despiertas y descubres la magia...



Recogido del blog de Bett.


SEGUN UNA ANTIGUA LEYENDA .


...Hay una mujer que sueña con húmedos sepias y medievales escenarios, pero ella no es solo una mujer que sueña: ella en realidad es una antigua diosa. Según una antigua leyenda su capricho era crear ciudades dónde quisiera: sobre el agua, bajo ella, en el cielo, bajo el cielo. ¡Eran tan exquisitas e inolvidables!




Llegó a ser tal la estupefacción y la envidia de los dioses creadores de otras moradas que, de formas que no constan en las fuentes mitólogicas, consiguieron que la diosa se marchara. Nada se supo de ella por muchas, muchas eras...hasta ahora.

Este relato de María Laura Torres, traduce SU mundo ilustrado...




martes, 28 de octubre de 2008

duda daZe






domingo, 26 de octubre de 2008

aline ivaRS





fRed CalleRi

Los momentos cotidianos pueden estar repletos de dulzura y ternura, que en escasas ocasiones somos capaces de percibir. Los motivos, los sabemos…


Fred Calleri sabe plasmar muy bien esta actitud en imágenes de intensos y cálidos colores; donde una mujercita de nariz colorada nos hace añorar esa percepción entrañable en nuestro día a día.






Fred Calleri

nicoletta ceccoli






domingo, 5 de octubre de 2008

Cathy DelanSSay



Si alguna vez has tenido que acercarte a las estanterías de cuentos infantiles, seguro que no te han pasado desapercibidos unos cuentos de gran formato y llamativo color a los que te has acercado con curiosidad y una vez en tus manos y fijándote más detenidamente en sus detalles no has dejado de admirarlos y es entonces cuando empiezas a descubrir la belleza de sus ilustraciones, su sensibilidad, sus pequeños detalles con tanta delicadeza dibujados, la dulzura en el rostro de los personajes, sus distintas perspectivas aéreas, las desprevenidas, de perfil o de espaldas, sus colores envueltos en brumas...y cuando consigues salirte de la saturación del cálido encarnado empiezan a aparecer con timidez tonos fríos azules, pinceladas de verdes azulados formando pequeños objetos dibujados con la misma ternura que los rostros que al principio captaron tu atención. Rostros de princesas con ese aire onírico y de fantasía que todavía urga a veces en nuestro interior.

Si aún no te ha ocurrido esto, regala algún cuento y entenderás lo que te "cuento".




La ilustradora que nos obsequia con este rato de curiosidad con recompensa es Cathy DelanSSay.

aGua con coloR


Yo soy esta muñeca, muñeca de trapo, dejada caer en un lugar cualquiera, con la mirada absorta, vestida con telas estampadas y rellena con trapos de colores, de todos los colores; llevo verdes tranquilos, naranjas ácidos y con chispa, azules fríos y secos, amarillos brillantes que a veces deslumbran, rojos cálidos y tiernos, blancos amables y sin malicia, negros opacos y clandestinos. No me gustaría tener grises, pero los tengo, confusos, indecisos, como nubes de vapor que me nublan entera y me paralizan. Me pierdo en el gris.




Pero hay momentos en que no me veo, ni me distingo, no tengo color, incolora como una gota de agua, y creo formar parte de la que llena un gran barreño de colores vivos, colores que yo no puedo ver...y me voy hundiendo. A veces aparece una mano amiga, formando un cuenco, a recogerme y me levanta, me mantiene, pero me escurro entre sus dedos y caigo. Otras veces aparecen niñas que me recogen con cuidado en un cacito para jugar, pero envueltas en sus juegos me olvidan y me evaporo. Vuelvo a mi barreño. Incluso un hombre me llama en ocasiones desde el borde para enseñarme los colores del plástico y sopla para acercarme a la orilla, descubre entonces que puede silbar y se va con su música a otra parte.

Es cuando decido llegar a la orilla por mis propios medios, y utilizo la risa para vibrar, me río, me río del gris, me río de mí y con esta danza consigo llegar a la orilla y empiezo a ver los colores y me río aún más, hasta que puedo escalar por sus paredes y llegar arriba para asomarme a lo que para mí es un abismo. Pero lo que veo a mi alrededor me sorprende, cantidades de barreños, todos con sus gotas de agua indecisa y triste, con miedo; pero no!, no es agua!, son litros de lágrimas, la gota es una lágrima espesa y densa que apenas puede moverse, ni reirse, no puede llegar a la orilla ni ver los colores.





Y yo no quería ser una gota de agua transparente, agua dulce. Cuando hay gotas de lágrimas en aguas turbias, aguas amargas.
Me vuelvo a mi muñeca de trapo con colores vivos.




Marionetas: Marina Seoane

jueves, 2 de octubre de 2008

miS ZapatillasS y yo


Tengo que agradecer a mis zapatillas lo que hacen por mí cada día; cuando me encuentro en ese estado de inconsciencia voluntaria e inevitable entre la nada y el silencio, cuando a traición y por tu orden previa, en medio de la noche se escucha un estruendo aterrador que pretende ser melodía, pero que nunca lo consigue y te hace pasar de la tranquilidad del sueño a la incredulidad. No puede ser! Intentas poner algo de orden en tu cerebro, primero te interesa en qué día de la semana te despiertas, si el viernes está aún lejano, piensas en hundir la cabeza bajo la almohada y enfermar de repente, maquinaciones varias y variadas para seguir incrustada en el colchón de viscolástica y no ir a trabajar, imaginas el camino hasta el edificio de cristal que te engulle tras haber recorrido 40 km. enlatada y envuelta en otras latas que amenazan a la mía por encontrar un hueco sobre el asfalto en medio de esa maraña… como todos los días.





Buscas consuelo pensando en la siesta que te vas marcar cuando vuelvas del trabajo, aunque casi nunca lo consigues, pero eso te da ánimos para empezar a moverte y pasar poco a poco a la verticalidad, con un primer movimiento que consiste en asomarte desde el borde de la cama a buscar tus zapatillas, allá al fondo del abismo que va desde ésta al suelo y… sí, allí están esperándome, mis zapatillas!!!, entonces mis pies, ya aprendido el movimiento, se dirigen a ellas, y sin fallar aun sin verlas, se sumerjen en su calor y suavidad. Y es a partir de ahí cuando se hacen cargo de mi mente, me llevan al baño, de allí directamente a la cafetera, la nevera, las galletas, cuchara, azúcar…y ordenan a mi cerebro todos los movimientos cotidianos que hacen posible que yo vaya asumiendo la realidad. No sé que tipo de conexión o complot tienen contra mi voluntad pero tengo que agradecer lo que hacen por mí, y por eso las cuido y cada noche las coloco a mi lado cerca de la cama y allí me esperan sin moverse, pacientes, en silencio.


Ahora, hace unos días, como objetos de invierno que son, han decidio darse un baño y ya aseadas y limpias, meterse en una cajita a hibernar, no sin antes dejar en su lugar unas chanclas que me lo han puesto muy difícil, pues las únicas ondas que emiten y que yo soy capaz de percibir forman una sóla palabra VACACIONES.




ochenta minutos o más de coche diarios dan para pensar muchas tonterías, jeje
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