El de la niña que camina con su caballo por el borde de un arroyo en un día de lluvia me ha transportado a un minuto exacto de mi infancia. Yo soñé ser esa niña, yo soñé tener ese caballo, yo me soñé paseando descalza en la lluvia... Me quedo a vivir unos días esa imagen. Sí, me quedo... Ya no puedo hacer más que eso.
Precioso!!
ResponderEliminarUn abrazo
El de la niña que camina con su caballo por el borde de un arroyo en un día de lluvia me ha transportado a un minuto exacto de mi infancia. Yo soñé ser esa niña, yo soñé tener ese caballo, yo me soñé paseando descalza en la lluvia... Me quedo a vivir unos días esa imagen. Sí, me quedo... Ya no puedo hacer más que eso.
ResponderEliminarGracias, gracias, gracias...
Preciosos, un homenaje colorista de las estampas japonesas que tanto admiraba Van Gogh (Hokusai, Hiroshige...)
ResponderEliminarbonitos sueños Ana.
ResponderEliminarGracias a todos una vez más...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste blog es precioso!!! Muy muy bello.
ResponderEliminarmemocionó el nenito con las pantuflas de las tortugas ninjas!, y me dio tristeza el perro olvidado..
ResponderEliminarpasaba por acá, éste blog es magia.
saludos.
Me enamoré de las cebras.
ResponderEliminarEs resto es ttambién genial, sutil y delicado, pero las cebras...
Besos
hermoso baúl, mágico y sugestivo. te felicito por tu blog! me he vuelto una fan... abrazos! caro de marco
ResponderEliminarTe felicito por tu blog, realmente mágico. Me pasare seguido por aqui.
ResponderEliminarUn abrazo